Efectos del calentamiento global
El planeta se está calentando, desde el
Polo Norte al Polo Sur, y en todas las áreas intermedias. Globalmente, el
mercurio ya ha subido más de 1 grado Fahrenheit y aún más en las sensibles
regiones polares. Y los efectos del aumento de la temperatura no llegarán en un
futuro lejano. Se están produciendo justo ahora. Se observan los síntomas por
todos lados y algunos de ellos son sorprendentes. El calor no solo está
derritiendo los glaciares y elhielo del mar, también está cambiando los
patrones de precipitaciones y haciendo que los animales se trasladen.
Ya se están produciendo algunos impactos
del aumento de la temperatura.
·
El hielo se está derritiendo en todo el
mundo, especialmente en los polos incluyendo los glaciares montañosos, las
láminas de hielo que cubren el oeste de la Antártida y Groenlandia y el hielo
del mar Ártico.
·
El investigador Bill Fraser ha seguido el
descenso de los pingüinos Adélie enla Antártida donde su número ha
descendido de 32.000 parejas reproductoras a 11.000 en 30 años.
·
El aumento del nivel del mar durante este
último siglo ha sido más rápido.
·
Algunas mariposas, zorros y plantas alpinas
se han trasladado más al norte o a zonas más frías y elevadas.
·
La media de las precipitaciones (lluvia y
nieve) ha aumentado en todo el globo.
·
Los escarabajos del abeto han experimentado
un boom en Alaska gracias a 20 años de veranos cálidos. Los insectos han
devorado 4 millones de acres de abetos.
·
Se espera que el nivel de los mares aumente
entre 18 y 59 centímetros al final de este siglo y si los polos continúan
derritiéndose, podrían aumentar entre 10 y 20 centímetros adicionales.
·
Es probable que los huracanes y algunas otras tormentas se
hagan más fuertes.
·
Las especies que dependen unas de otras
pueden perder la sincronización. Por ejemplo, las plantas podrían florecer
antes de que los insectos que las polinizan sean activos.
·
Las inundaciones y las sequías se harán
más frecuentes. La lluvia en Etiopía, donde las sequías ya son habituales,
podría descender un 10% durante los próximos 50 años.
·
Habrá menos agua dulce disponible. Si la capa
de hielo del Quelccaya en Perú continua derritiéndose como hasta ahora,
desaparecerá en 2100 dejando a miles de personas que cuentan con ella para
conseguir agua potable y electricidad sin ninguna de las dos.
·
Algunas enfermedades se extenderán, como la
malaria llevada por los mosquitos.
·
Los ecosistemas cambiarán, algunas especies
se moverán más al norte o tendrán más éxito; otras no podrán trasladarse y
podrían extinguirse. El científico investigador de la vida salvaje Martyn
Obbard ha averiguado que desde mediados de los años 80, con menos hielo donde
vivir y pescar, los osos polares están considerablemente más delgados. El
biólogo de osos polares Ian Stirling ha descubierto un patrón similar en
la Bahía de Hudson. Él teme que si el hielo del
mar desaparece, los osos polares también desaparecerán.
Estos son otros efectos que podrían darse a
finales de este siglo si continúa el calentamiento:
Fuente de la información del clima: IPCC,
2007
El fenómeno del cambio climático
El siglo XX fue testigo
de extraordinarios cambios, tanto en la sociedad como en el medio
ambiente. Uno de los fenómenos actuales más preocupantes es
la alteración del sistema climático global. La opinión pública y los
gobernantes aumentaron su grado de percepción y preocupación
respecto a este fenómeno principalmente debido a incidentes
climáticos de relevancia tales como El Niño, inundaciones y otros
desastres en distintas partes del mundo (Francia, España, Venezuela,
Inglaterra, Australia, Canadá e India). Australia registró 1998 como
el año más caluroso de su historia, y el Reino Unido
sufrió en el año 2000 las peores
tempestades registradas desde el siglo XVII.
Esta preocupación está plasmada en los medios
de comunicación. La revista Time publicó un reportaje, como
noticia de tapa, sobre los “refugiados ambientales” en el 2000. Los cambios
climáticos también fueron considerados por los dirigentes presentes en
la Conferencia Económica de Davos, en febrero de 2000, como uno de
los tres mayores problemas de la actualidad. Más recientemente, la
posición de la Administración de los EEUU de rechazar el Protocolo de
Kioto generó protestas en todo el mundo, movilizando a los medios de
comunicación internacionales e impulsando a los gobernantes de Europa
a asumir el liderazgo en las negociaciones internacionales sobre el
clima. Los principales medios de comunicación publicaron
noticias destacadas sobre las declaraciones del Presidente G. W. Bush
y sus repercusiones. Un acontecimiento emblemático fue
que, nuevamente la revista Time, en marzo del 2001, publicó como
noticia de tapa el calentamiento global y sus implicaciones.
Es
importante aclarar que el efecto invernadero es un fenómeno
natural, necesario a la mantención de la vida en el Planeta.
Los gases del efecto invernadero actúan como una frazada alrededor de
la Tierra, sin la cual ésta sería más fría. Se transformó en un
problema debido al gran volumen de emisiones de gases desde el
acontecimiento de la Revolución Industrial. Las actividades del hombre
están aumentando el poder del efecto invernadero, más específicamente
a través de: quema de carbón, petróleo y gas natural por la industria
y sistemas de transportes, que causan importantes emisiones de
gas carbónico; destrucción de los bosques y
diferentes formaciones de vegetación y cambios en el uso del suelo,
porque el carbono almacenado en la vegetación y en el suelo se escapa
hacia la atmósfera; crianza de ganado y cultivo del
arroz, actividades que emiten metano, óxido nitroso y otros gases de
efecto invernadero, degradación de residuos en espacios sanitarios o
basurales que emiten metano. Todos los países son fuentes
de emisiones de CO pero la magnitud y la diversidad de las
fuentes varían de acuerdo con el país y la región. Gran parte del
carbono emitido históricamente por la quema de combustibles fósiles
se origina en los países industrializados.
Obra: "LOS CAMBIOS CLIMÁTICOS GLOBALES Y EL DESAFÍO DE LA CIUDADANÍA PLANETARIA"
Autor: Fabio
José Feldmann y Rachel Biderman Furriela
La Desertificación
La
desertificación es un fenómeno reconocido desde la década de 1960-1970 (ver el
capítulo Evaluación de la vulnerabilidad a la desertificación, de O. Oropeza,
en la sección III), a raíz de las hambrunas que tuvieron lugar en los países
coloniales o recientemente independizados al sur del desierto de Sahara (PNUMA
2000).
A raíz de diversos y rápidos cambios políticos y de régimen
de tenencia de la tierra, se suscitaron desequilibrios en los delicados
sistemas de uso de esas frágiles tierras, lo que condujo a la reducción
violenta de la productividad, así como al incremento de la vulnerabilidad de
los sistemas agroalimentarios de la región (Drummond 1992).
Las sequías recurrentes que tuvieron lugar provocaron
dramáticas consecuencias en los países afectados por la degradación de los
recursos naturales y de su capital humano y social, con efectos desastrosos en
términos de mortalidad, migraciones, pérdida de suficiencia alimentaria y de
estabilidad social. Por su cercanía con el Sahara, la connotación de estos
procesos fue la del crecimiento de ese desierto, al perderse irreversiblemente
la posibilidad de aprovechamiento de las tierras en una franja de particular
fragilidad.
Con una historia de dificultades y retrocesos, en 1992 los
participantes en la Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro, aprobaron la
formación de un Comité de Negociaciones para la redacción de una Convención de
Lucha Contra la Desertificación, que fue concluida el 17 de junio de 1994.
Con México en primer lugar, la mayoría de los países
ratificaron la Convención Contra la Desertificación (CCD), la cual entró en
vigencia en septiembre de 1996 (PNUMA, 2000). Su primera Conferencia de las
Partes; es decir, su asamblea general, se realizó en Roma en 1997, y a la fecha
ha celebrado ya su sexta Conferencia (Roma, Italia, 1997; Dakar, Senegal, 1998;
Recife, Brasil, 1999; Bonn, Alemania, 2000; Ginebra, Suiza, 2001; y La Habana,
Cuba, 2003).
Para México, que ha tenido un papel muy activo en la CCD,
la ratificación de la Convención por el Senado de la República convierte a este
instrumento jurídico en un Tratado, con jerarquía constitucional.
A la vez que, desde su origen, la desertificación ha sido
asociada muy limitativamente con condiciones de aridez, ha sido motivo de una
reflexión sistematizada sobre sus características, causas y consecuencias, lo
que proporciona un marco conceptual de carácter integral, que permite construir
propuestas programáticas completas y radicales (NU 1994).
De la misma manera, frecuentemente se utiliza un concepto
restringido sobre la naturaleza de las tierras objeto de la lucha contra la desertificación,
que incluye solamente el sustrato que llamamos suelo. Una comprensión más útil
sobre las tierras debe abarcar una mayor riqueza de determinaciones.
La tierra, como recurso natural; es decir, sin la acción
constructiva humana, incluye variables relativamente estables, como el relieve,
la exposición, o la localización en latitud, longitud o altitud, lo que
determina los principales climas y atributos de fragilidad de las tierras. A la
vez, incluye también la constitución geológica y el suelo generado mediante
largos procesos y el acervo genético de microorganismos y organismos
superiores, entre los que destacan las plantas.
Sobre este sustrato natural ocurren acciones humanas que
acondicionan las tierras o les proveen características que facilitan la
producción y el acceso al abastecimiento de medios de trabajo o a los mercados.
En el primer grupo se encuentran las obras de mejoramiento, como terrazas,
abonados o prácticas de pastoreo mejoradoras de la condición de los potreros;
en el segundo grupo se pueden encontrar las vías de comunicación o
infraestructura productiva como obras hidráulicas, almacenamientos o
electrificación, que tienen todas un efecto sustancial sobre la producción, sin
ser parte de la dotación natural de recursos.
No menos importante que lo anterior es la definición de las
tierras como objeto de relaciones humanas, tanto económicas como sociales y
culturales. Las diversas formas de derechos de propiedad, que rebasan la
estricta definición de lo jurídico; las instituciones locales de regulación de
la gestión de recursos de propiedad común, el carácter territorial y
patrimonial de la tierra, son complejas determinaciones sin las cuales no es
posible entender la dinámica de la gestión de las tierras (Chapela 2000).
Sólo desde una perspectiva inclusiva que considere estas
complejas interrelaciones, es posible abordar con éxito la lucha por el
mejoramiento de los recursos naturales y de la calidad de vida de poblaciones
que dependen directamente de su producción e, indirectamente, de servicios
ambientales tales como, en este caso, la captura y almacenamiento de bióxido de
carbono.
Además debe hacerse notar que la desertificación ocurre en
tres planos de diagnóstico: el más inmediato es el de los datos de daños sobre
las tierras; el segundo observa la relación inmediata entre los sistemas de
manejo de las tierras y su condición; el tercero indaga sobre las causas que
determinan la selección de técnicas y sistemas de aprovechamiento de las
tierras (SEMARNAP 1995). Cada uno de esos planos implica una diferente
percepción y tratamiento del problema, como se observa en los ejemplos del
siguiente cuadro:
El concepto de la desertificación incluye, de esta manera,
los campos de los tres planos de diagnóstico y también las determinaciones más
amplias relacionadas con aspectos como las políticas de comercio exterior, los
criterios sobre derechos de propiedad, la cuestión indígena, la tasa cambiaria
o el monto y orientación del gasto público.
El carácter integral de la percepción y programa de lucha
contra la desertificación, obliga a enfatizar la necesidad de la armonización
de las decisiones dentro de las acciones sustanciales de la sociedad y no sólo
el actuar sobre los efectos más evidentes del problema (NU 1996 y Chapela
2003).
Por otro lado, la preocupación por la desertificación
considera sus consecuencias: migración, pobreza, discriminación de género, o la
pérdida de biodiversidad y, como se mencionó anteriormente, servicios
ambientales, como la captura de bióxido de carbono.
Con estas definiciones, la lucha contra la desertificación
se convierte en un programa muy cercano a las acciones de desarrollo regional,
que busca interactuar, de manera privilegiada, con las grandes iniciativas de
transformación cultural y económica de la sociedad rural.
Obra: "Lucha contra la desertificación y
lucha contra el calentamiento global"
Autor: Gonzalo Chapela
Lucha contra la desertificación y lucha contra
el calentamiento global
A los diez años de la Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro, Brasil,
en 1992, pudimos ver un reflujo en el entusiasmo sobre los temas ambientales.
Lo anterior es importante dado que es notorio que los esfuerzos que la sociedad
invierte en enfrentar sus problemas ambientales, los lleva a cabo
principalmente cuando éstos son evidentes e inmediatos.
También
se debe tomar en cuenta que existe una reducción en los recursos aplicados y en
los compromisos adoptados por los países y los grupos sociales en materia
ambiental y, por otro lado, también existe la dificultad para visualizar, desde
cada campo sustancial del quehacer humano, el significado ambiental de las
grandes decisiones y también de las múltiples pequeñas acciones y, de esa
manera, establecer los acuerdos para lograr una mayor efectividad para actuar
conjuntamente.
Mientras
diversos grupos de interés debaten sobre la importancia de adoptar mayores
compromisos y retomar una actitud más activa respecto de esos problemas
ambientales, una veta de acción complementaria de gran importancia es el
aprovechamiento de los esfuerzos en marcha, con objeto de lograr mayores
efectos, dentro de las limitaciones existentes.
El
calentamiento climático global es uno de los fenómenos más complejos que tienen
lugar en los días contemporáneos, tanto en relación con su amplitud y la
inclusión de todos los países y culturas, como en su temática, que incluye muy
diferentes aspectos.
La
estrategia para la disminución de gases con efecto invernadero en la atmósfera,
que es el objetivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático, tiene dos componentes básicos: la reducción de las emisiones
de diversos gases y la captura o fijación de bióxido de carbono por medio de la
actividad fotosintética de las plantas (ver el capítulo La Convención Marco de
las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, de E. de Alba, en esta sección).
La
mayor parte de las acciones orientadas hacia la mitigación del calentamiento
global se refieren a los procesos que llamaremos urbanos: la generación de
energía, la combustión en motores del autotransporte, el uso de gases de gran
efecto invernadero, etc. (ver los capítulos en la sección IV).
Un
factor importante en el balance de emisiones de gases con efecto invernadero es
la problemática de los recursos naturales. Tanto en el caso de los procesos
urbanos como en el manejo de los recursos naturales, algunas acciones tienen
efectos contradictorios con objetivos del desarrollo, mientras que otras
producen resultados benéficos a la sociedad o a los particulares mismos, a la
vez que contribuyen a los objetivos ambientales.
Mientras
que es ampliamente conocido el beneficio de mejorar la eficiencia en el uso de
combustibles fósiles, o reducir los incendios descontrolados en las selvas, por
ejemplo (SEMARNAT 2001), existen otros procesos menos evidentes y conocidos,
como es la lucha contra la desertificación.
Obra: "Lucha contra la desertificación y lucha contra el calentamiento global"
Autor:
Gonzalo Chapela
De aquí partimos
El
calentamiento del sistema climático es inequívoco, como se desprende ya del
aumento observado del promedio mundial de temperatura del aire y del océano, de
la fusión generalizada de nieves y hielos, y del aumento del promedio mundial
del nivel del mar
Para el IPCC, el
término “cambio climático” denota un cambio en el estado del clima
identifi cable (por ejemplo, mediante análisis estadísticos) a raíz de un
cambio en el valor medio y/o en la variabilidad de sus propiedades, y que
persiste durante un período prolongado, generalmente cifrado en decenios o en
períodos más largos. Denota todo cambio del clima a lo largo del tiempo, tanto
si es debido a la variabilidad natural como si es consecuencia de la actividad
humana.
La mayor parte del
aumento observado del promedio mundial de temperatura desde mediados del siglo
XX se debe muy probablemente al aumento observado de las concentraciones de GEI
antropógenos.
Este significado
difiere del utilizado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático (CMCC), que describe el cambio climático como un cambio del
clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana, que altera la
composición de la atmósfera mundial y que viene a sumarse a la variabilidad
climática natural observada en períodos de tiempo comparables.
Los océanos afrontan un "trío mortal" de amenazas
Los
océanos del mundo están sometidos a una amenaza mayor de lo que se pensaba
inicialmente por el "trío mortal" del calentamiento global, unos
niveles de oxígeno en declive y la acidificación, dijo el jueves un estudio
internacional.
Los océanos han continuado
calentándose, empujando a muchos caladeros de pesca hacia los polos y elevando
el riesgo de extinción para algunas especies marinas, pese al menor ritmo de
aumento de las temperaturas en la atmósfera este siglo, dijo.
"Los riesgos para el
océano y los ecosistemas que apoya han sido significativamente
subestimados", según el Programa Internacional sobre el Estado de los
Océanos (IPSO), un grupo no gubernamental que integran destacados científicos.
"La escala y el ritmo
de la actual perturbación por carbono, y la acidificación resultante en los
océanos, no tiene precedentes en la historia conocida de la Tierra", según
el informe, realizado con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Los océanos se están
calentando por el calor generado por las emisiones de gases de efecto
invernadero a la atmósfera. Plantas fertilizadoras y los sistemas de
alcantarillado que desaguan en el océanos pueden hacer que proliferen las algas
que reducen los niveles de oxígeno en las aguas. Y el dióxido de carbono en el
aire puede formar un ácido débil cuando reacciona con el agua del mar.
"El 'trío mortal' de
la acidificación, del calentamiento y de la desoxigenación está afectando
gravemente a lo productivo y eficiente que es el océano", dijo el estudio.
Alex Rogers, de la
Universidad de Oxford, el director científico de IPSO, dijo a Reuters que los
científicos estaban hallando que las amenazas para los océanos se estaban
combinando. "Estamos viendo impactos en todo el mundo", dijo.
EXTINCIONES
Las condiciones actuales
de los océanos son similares a las de hace 55 millones de años, época conocida
como el máximo termal del Paleoceno-Eoceno, que llevó a extinciones
generalizadas. Y el ritmo actual del cambio es bastante más rápido y supone
mayores presiones, dijo Rogers.
La acidificación, por
ejemplo, amenaza a los organismos marinos que usan el carbonato cálcico para
construir sus esqueletos - como los corales que forman arrecifes, los
cangrejos, las ostras y algunos plancton vitales para las redes de alimentación
marinas.
Los corales podrían dejar
de crecer si las temperaturas se incrementaban en dos grados centígrados y se
empiezan a disolver a 3 grados, según el estudio.
Los científicos dijeron
que los hallazgos añaden urgencia a un plan por parte de los casi 200 estados
que trabajan para llegar a un acuerdo para finales de 2015 que limite el
aumento de la temperatura media mundial a menos de dos grados centígrados
frente a los niveles de épocas preindustriales.
Las temperaturas han
aumentado ya en aproximadamente 0,8 grados centígrados. El informe instó
también a una gestión más estricta de los caladeros, incluida la prohibición de
las redes de arrastre y la garantía de que se da más poder a las comunidades
locales de los países en vías de desarrollo para fijar cuotas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario